Por Arq. Julian Larrotta Garzon
Articulo
realizado para la Revista Multiplica # 77 de la Cámara Mexicana de la Industria
de la Construcción Jalisco, con el tema
de Sustentabilidad. Misma que fue publicada en Octubre del 2012.
Los innegables
impactos ambientales han generado un rompimiento en los ciclos naturales,
realidad que hizo necesaria la
formulación de políticas que impulsaran
modelos de protección a favor de las comunidades biológicas en peligro de
extinción. Surgen en primer medida espacios de conservación como zonas inmaculadas,
zonas alejadas de cualquier contacto humano, para así
favorecerse de la ausencia de su principal depredador.
Aparecen en escena
las reservas de biosferas, instrumentos
para el desarrollo integral de estos territorios bajo un modelo racional que replantea la
comunión Hombre - Naturaleza. Este
concepto se traslada ahora a la ciudad como un nuevo orden sociocultural que le apuesta a la investigación
y al pensamiento ambiental como elemento clave para lograr que los
ciudadanos tomen bajo su responsabilidad una nueva calidad de vida, en pos de
la protección de su propia
diversidad cultural y diversidad
biológica.
En 1971 la
UNESCO lanza el programa sobre el hombre y la biosfera ( MAB ),
su objetivo promover la investigación científica con el fin de mejorar la
relación global de las personas con su entorno natural.
El modelo de reserva
biosfera comprende tres zonas bien
definidas: La zona centro llamada Área Núcleo, donde rige la máxima protección
de la biodiversidad, con fines meramente científicos; la zona tapón, también
conocida como área de amortiguación
(Buffer) la cual es utilizada para la
investigación aplicada, turismo y recreación de baja carga antrópica y por ultimo la zona de transición a la zona
no protegida, en donde las restricciones son menores y es permitido realizar pequeñas
actividades productivas, agrarias, turísticas y urbanas.
Este concepto
promueve tanto la protección de la
diversidad biológica, como el desarrollo
económico racional, la investigación científica aplicada, la educación
ambiental, el manejo adecuado de la recreación y el turismo, el desarrollo
productivo ecológico y culturalmente compatible. El resultado actual es una red con 580 reservas de biosferas en 114 países del
mundo, un
numero no despreciable, resultado de la articulación internacional y la
cooperación mancomunada de muchos actores y organizaciones adheridas al
programa pero con miras a un objetivo de mayor nobleza, promover las biosferas
al estatus de "lugares de enseñanza".
El concepto de Biosfera, llevado a
la educación ambiental urbana, aparece en un escenario donde la mitad de la
población del planeta vive en un 2% de
la superficie total del mundo, consume el 75% de los recursos naturales y produce un 80% de los gases de invernadero.
Se calcula que para el año 2030, el 60 % de la población mundial vivirá en las
ciudades.
Bajo esta mirada es
imperativo cambiar primero la posición
individual frente al actual y gravísimo problema ambiental, ya que la solución no
descansa en la espalda del desarrollo tecnológico per se,
el ejercicio es mas complejo aun. La solución comienza en la cotidianidad de
los actos, en la desprogramación de una serie de rutinas llenas de excesos de
consumo sin ningún tipo de reparo, pero que dan
paso a la transformación del pensamiento hacia un saber ambiental, de un estado de inconciencia ecológica hacia un instrumento de ordenamiento territorial,
encaminado este a diluir o desaparecer la brecha existente entre lo natural y
lo construido.
De acuerdo a Blasi (2008), “Los
espacios verdes dentro de las ciudades además de proteger las especies, los ecosistemas
y los paisajes, son museos vivientes que fortalecen las relaciones entre el hombre y el
medioambiente, a través del contacto con la naturaleza, inculcándoles nuevos
valores y actitudes”
De esta forma las Biosferas se reinventan, dejando a un lado su estado de
áreas protegidas a zonas protectoras,
los nuevos centros de desarrollo
natural, el nuevo espacio público
sostenible. Las Biosferas urbanas
como focos vivos de una nueva cultura
ciudadana, cimentada bajo el marco de un
emergente pensamiento ambiental, modelo este donde no se distinguen jerarquías
entre los individuos de una comunidad biológica, y por ende la figura de la especie que domina, versus la
especie dominada desaparece, el fin del
antropocentrismo suicida.
En suma y en palabras
ya conocidas, se trata de pasar de la naturaleza silvestre a la naturaleza
urbana, de la diversidad intocable de las áreas naturales protegidas, a su
manejo cotidiano en y desde la ciudad
Julian Larrotta Garzon
A
R Q UI T E C T O , FACULTAD DE ARQUITECTURA , UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA - SEDE
ARMENIA 1995 - 2000.
E S P E C I A L I S T A
EN DISEÑO URBANO, UNIVERSIDAD NACIONAL
DE COLOMBIA, SEDE MEDELLIN. 2007 – 2008.
EN CURSO MAESTRIA EN ARQUITECTURA BIOCLIMATICA EN LA UNIVERSIDAD DE
ISTHUMUS, PANAMA.
P R O F E S O R FACULTAD
DE ARQUITECTURA, UNIVERSIDAD LA GRAN
COLOMBIA –SEDE ARMENIA . 2007 – 2010
SANCHEZ ANGULO ARQUITECTOS MEXICAN HOUSES ARQUITECTOS ZAPOPAN SPACIUM GRUPO CONSTRUCTOR ARQUITECTURA BIOCLIMATICA SUSTENTABLE EDIFICIOS VERDES
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