jueves, 15 de septiembre de 2011

Arquitectura y medio ambiente. Universidad de Colima.



Normatividad ambiental para las edificaciones.  

Dr. Arq. Adolfo Gómez Amador
Cuerpo académico: Arquitectura y medio ambiente. Universidad de Colima.

La normatividad ambiental en la edificación responde a un proceso de formalización de conductas, las acciones de responsabilidad ambiental de los arquitectos hace unos 25 años eran actos de conciencia y compromiso, a partir de hace unos 8 años dejan de ser acciones individuales y aisladas para formar parte de redes y esquemas de validación y se convierten en actos de conveniencia, en un futuro no remoto la responsabilidad ante el medio ambiente será obligación y se atendrá a mecanismos de coerción. Así, respecto al medio ambiente, la edificación ha evolucionado de la conciencia a la conveniencia, hasta la coerción.
Lo que en 1980 era una actitud ética individual, avanzó hacia acciones de carácter colectivo, a través de normas y estándares, ya en muchos países estos principios han alcanzado la categoría de sistema legal, con carácter de obligación social. Dados los compromisos asumidos por México en diversos protocolos ambientales internacionales, la agenda normativa ambiental para las edificaciones en el país ha cobrado relevancia.
Con frecuencia se asocia la actividad normativa como exclusiva de una legislatura, sin embargo diversos aspectos de la gestión de la norma resultan mucho más inmediatos a nuestra práctica. La norma es un precepto jurídico de cualquier naturaleza, un marco que ordena las relaciones en un entono social, la ley en cambio es un precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados.
Las reglas se establecen por imposición de criterios, como en el caso de la legislación, por acuerdo de conveniencias o convención, por formalización de costumbres o por jurisprudencia a partir de los precedentes legales, o incluso por compilación de normas como es el caso de los códigos en una materia.
La regulación tiene un carácter diverso. En el aspecto general las leyes tienen una jerarquía y las normas y estándares gozan de autarquía, en lo particular la estructura de las leyes obedece a un alcance regional o sectorial.  Las normas no tienen una estructura que delimite su aplicación. Respecto a la naturaleza de las regulaciones las leyes tienen un carácter obligatorio: su cumplimiento no implica beneficio, pero su incumplimiento implica sanción. Las normas y estándares tienen un carácter voluntario: su cumplimiento implica beneficio y su incumplimiento no implica sanción.
La actividad de normalización presenta algunos problemas: se tiene que definir qué es lo normal, establecer qué diferencias se deben suprimir, qué esferas o alcances se pueden estandarizar,  plantear cómo establecer las divisiones, si a partir de la geografía física o la humana.  Normalizar el diseño no es simple. El diseño implica una serie de decisiones que impactan en el tiempo y en el espacio.  Diseñar conlleva una responsabilidad social que no puede estar exenta de controles legales y debe sujetarse a los  resultados de evaluación de experiencias previas. En tal sentido la experiencia de normalización se ha dado a partir de lineamientos, directrices, criterios, instrucciones y guías para el diseño.
Estas pautas para el diseño se pueden definir de la siguiente manera: Criterios: Ideas que pueden ser tomadas en cuenta por el ejecutante de la obra. Principios: Premisas o valores que inspiran una decisión del diseñador. Lineamientos: Patrones para la acción y la toma de decisiones del arquitecto. Directrices: Conjuntos de elementos de referencia para la ejecución del proyecto. Instrucciones: Conjuntos de reglas o advertencias para los involucrados en el proyecto arquitectónico.  Guías: Tratados en que se dan preceptos para encaminar o dirigir las decisiones del proyectista. Recomendaciones: Conjunto de sugerencias a alguien para que haga lo que haría él mismo. Estándares: Elementos que sirven como tipo, modelo, norma, patrón o referencia, espacialmente para la prueba y selección de materiales.
Si las pautas son resultado de la experiencia, su interpretación debe considerar que es generalizable de una experiencia y como se evalúa. Las guías por lo general tratan de sistematizar las experiencias y van por las dos vías: del caso al fenómeno y del fenómeno al caso. El diseño sustentable es aquel que minimiza el impacto ambiental en el tiempo y en el espacio sin sacrificar las condiciones de vida de los habitantes. El diseño sustentable garantiza las condiciones de habitabilidad y garantiza un buen desempeño ambiental.
Si en el horizonte mexicano ya aparece la edificación sustentable como obligación legal entonces su condición debe ser demostrable, en este sentido ya existen diversos mecanismos con carácter voluntario para comprobar este hecho, desde la autoevaluación hasta la certificación. Es importante definir el propósito de la evaluación. Si en con fines promocionales, para obtener privilegios, como es el caso de la hipoteca verde, para propiciar la mejoría de práctica o por una conducta ética.
Cada propósito puede tener un mecanismo diferente pero como de costumbre nuestro país llega con retraso a la actualización de las normas o leyes y con frecuencia se retoman e imponen acríticamente prácticas y experiencias de otros contextos y condiciones. En este sentido, aunque existan sistemas de evaluación más próximos a nuestra realidad, LEED: el modelo de certificación ambiental de edificios de la US Green Buiding Council, es el que está por imponerse. Pero si los edificadores bioclimáticos del centro se encuentran temerosos de la imposición del modelo norteamericano. Los diseñadores bioclimáticos del resto del país, estamos igualmente temerosos de la imposición centralista de criterios pues en las diversas normas relacionadas con el ahorro de energía se considera que lo que es bueno para la ciudad de México es bueno para el resto del país. Como la NOM-008-ENER y en el proyecto de norma NOM-020-ENER en las que el principal criterio para evaluar el desempeño de las envolventes arquitectónicas es su propiedad de resistencia como si todo el país tuviera condiciones de clima extremoso o, en el mejor de los casos, templada que propicia el aislamiento como estrategia para hacer eficiente el uso de aire acondicionado cuando la realidad es que ni lo requieren todas las condiciones climáticas, ni se puede costear por parte de los habitantes de las viviendas de interés social. 



SANCHEZ ANGULO ARQUITECTOS             MEXICAN HOUSES           ARQUITECTOS ZAPOPAN SPACIUM GRUPO CONSTRUCTOR            ARQUITECTURA BIOCLIMATICA SUSTENTABLE    EDIFICIOS VERDES
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